El Ebbó Meta: El ascenso del Iyawó a Olosha adulto.

El Ebbó Meta: El ascenso del Iyawó a Olosha adulto.

febrero 18, 2014 27 Por Edgar Juarez

El Ebbó Meta: El ascenso del Iyawó a Olosha adulto.

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El Ebbó es una ceremonia de ofrenda, sacrificio o purificación. Los Ebbó son para refrescar, rogar, propiciar. Pueden ser desde un baño con flores y hierbas, hasta poner comidas y dulces a las Deidades. Siempre van dirigidos al bien y aunque habitualmente no son compromisorios, hoy uno de ellos: El Ebbó Meta cuya significación es de total importancia en la vida del Olosha.
El Ebbó Meta es una de las ceremonias obligatorias en la Regla de Osha. Define el momento en que el Iyawó pasa a ser “dueño” de sus propios Fundamentos, iniciando el camino que habrá de seguir durante su desempeño Sacerdotal. Es de hecho, el Primer Ebbó en donde sus Deidades asumen un rol protagónico pues “comen” solos y a partir de ese acto, el Iyawó se hace cargo de sus propios Caracoles, sube sus Santos de la Estera para un mueble o canastillero, simbolizando que comienza su vida adulta como Iworo.
Hay otros que lo conocen bajo el nombre de Ebbó Tutto Sundido Meta y lo definen como el Ebbó que se hace para la celebración del Asentamiento del Kari Osha, una vez cumplido los tres meses. No obstante, esta denominación circunscribe exclusivamente a una situación temporal (tres meses) sino más bien al hecho de ser “el Tercer Ebbó” que realiza un Olosha, siendo que el Primero es el Ebbó de entrada, el Segundo Nilú o de Estera y el Tercero sería entonces el Ebbó Meta. Este Ebbó si bien no está descrito en ninguno de los Oddús del Corpus de Ifá Americano, forma parte de la Tradición surgida en ese continente y conocida como Regla de Osha. Muchos mayores coinciden en afirmar que es una variante del “Ebbó del Año” propio de Ifá y determinado en el Oddú Obara Odí. Ahí se establece que el Babalawo al empezar el año, realiza Ebbó Tani Kuelese o propio del Oddú determinando en la Adivinación o el de su Oddú de nacimiento.
Una segunda versión, también tomada de Ifá, lo relaciona con el Oddú Ogbe Yekún, que establece que el Babalawo pasa por Tres Ebbó y de ellos nacen Tres Itá que simbolizan las tres etapas de la vida: Nacimiento, Vida y Muerte. Los Oloshas, no realizan Ebbó Meta con Itá pero existe un Tercer Ebbó simbolizando el cierre de este ciclo que se inició en el Ebbó de entrada. Antiguamente se daba a Elegguá un chivo pequeño en el Ebbó Meta, para luego bajar su caracol y obtener un signo que expresará el resultado de ese paso.
He aquí el Patakí de Ogbe Yekún y su relación con los Tres Ebbó y los Tres Itá: “Cuando Ogbe Yekún vino al mundo, venía envenenado. Entonces, le dieron por Reino la orilla del Río, pero resultó que en virtud del veneno de Ogbe Yekún, pronto empezaron a morir hombres, animales y plantas y aquello se iba convirtiendo en un gran desierto. Los supervivientes se fueron a ver a Orúnmila, quien les vio el Sgno del Rey (Ogbe Yekún) y les dijo que el Rey estaba envenenado desde el vientre de su Madre y salvándolo a él, se salvaría al pueblo.
Obedeciendo a Orúnmila,  les dio esa Eure Meta a su Ifá y lo llevó a Itá durantes tres veces. En estos Itá salieron sus tres madrinas: Odi Meyí, Ojuani Meyí, y Oragún en su defensa. Ifá le indicó que debía vivir en el Reino de los Minerales pues era el más idóneo para su ser. Ogbe Yekún lo hizo todo al pie de la letra pero antes de retirarse se reunió con todo su pueblo y le dijo: Yo me retiro a mi Reino para que Uds. puedan ser más felices. Antes de irme les daré la última orden y será que cada vez que se consagre un Awó Orúnmila, hará este Ebbó en mi recuerdo y se realizará Tres Itá”.
Si bien es cierto que muchas personas lo han ido eliminando en función de que “no nace ningún signo” es importante recordar su significación, así como también que la Regla de Osha es un conjunto de procedimientos, costumbres y rituales unificadas y aceptadas por los creyentes de los Orishas en América. Como su nombre lo dice, habla de acuerdo y formas metodológicas que no son susceptibles de ser cambiadas y que dan identidad a nuestra Fe en este lado del mundo.

Protocolo para realizar el Ebbó Meta:

El Iyawó acudirá  casa de su mayor con platos, dos cocos y dos velas más en el sobre correspondiente al derecho determinado para su Ebbó. El dinero será utilizado para pagar los derechos correspondientes al personal que trabaje, insumos que se utilicen y costo de animales destinados a tal fin. El día destinado, el Iyawó acudirá a casa de su mayor acompañado de su Oyugbona quien será la persona encargada de “romper la cazuela”, refrescar los Orishas y dar coco a los Santos. Como se trata de una ceremonia en donde no se inmolan animales mayores, el sacrificio puede ser realizado por el Oriaté, algún Olosha varón del Ilé o por el Babalawo. Incluso, en casas muy viejas esta responsabilidad se asigna a la Oyugbona.
Ese día el Iyawó recibe sus caracoles y a partir de ahí, se constituyen en responsables de sus propios Orishas. Es Tradición no entregar los Secretos antes de los Tres Meses y hasta tanto la persona no tenga Ebbó no se le considera “adulto” en términos de funcionamiento religioso. Muchas casas no lo hacen, pero las que lo mantienen como norma, imponen que una persona hasta tanto no haya hecho Ebbó Meta no puede levantar sus Orishas, quitarse la ropa blanca, recibir Cuarto de Santo y otros inclusive prohíben a sus Ahijados presentarse en el Tambor hasta tanto no estén liberados de dicho compromiso. Es decir, la persona es funcionalmente un Iyawó recién nacido. En este momento, también “comen” por primera y única vez los Collares con los que nació el Iyawó. También por primera vez, el iniciado entrará en contacto directo con sus Secretos, lavándolos luego del Ebbó, se le permitirá ayudar en algunas ceremonias y prepararse para que en su año reciba “Cuarto de Santo” y con él la autoridad para poder ejercer como mayor. El simbolismo del Ebbó Meta es hermoso pues ya se comienza a “andar con pasos propios”. Dejando de algún modo el cordón umbilical que une con el mayor. Nunca se deja de pertenecer al Ilé Orisha o familia está recién reconocida mayoría, indica también proporcional, compromiso y responsabilidad con las propias Deidades.
En algunas casas se estila botar todo lo que se le da de comer a los Orishas y otros solamente “limpian” con las plumas, usando las aves para repartirlos entre todos o comerlos. Estas diferencias de procedimiento surgen del mismo concepto del Ebbó.
Unos lo asumen como limpieza en el sentido estricto de la palabra y otros como sacrificio desde la concepción de inmolar o de hacer esfuerzos grandes para poder comprar lo necesario para agradar a las Deidades.
Cualquiera que sea la modalidad escogida por el mayor, lo importante es recordar que no se debe ser un agente contaminante y es deber de cada uno de nosotros, procurar soluciones que vayan a favor de la conservación del ambiente. Una de las preguntas frecuentes a respecto del Ebbó Meta es la del tiempo ideal para su realización.
Efectivamente se considera ideal que se realice cuando el Iyawó está cumpliendo sus Tres Meses de Osha, pero no es limitativo. Si no se disponen de los medios necesarios, puede esperarse entre los Tres Meses y el Año, no más allá de este.
Hacer Ebbó Meta, resulta en más beneficios que perjuicios, así que si han surgido dudas acerca de hacerlo o no, es momento que se disipen, todo tiene su significado y este marca el nacimiento de una nueva etapa en la vida del religioso.

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